Archivo del blog

Datos personales

martes, 24 de agosto de 2010

EL CAMBIO

EL CAMBIO

Lucas 18:9-14

Luk 18:9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:

Luk 18:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.

Luk 18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;

Luk 18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.

Luk 18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

Luk 18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

Como es posible que una persona pueda tener un encuentro con Dios, haber vivido, disfrutado de su presencia, por más pequeño este encuentro es definitivamente chocante no hay manera que no salgas afectado de allí, eso pensaba yo hasta hace algunos meses atrás, pero resulta que si puedes haber vivido un encuentro con Jesús cara a cara y seguir siendo la misma persona, puedes tener la experiencia más exótica en los cultos y seguir siendo el mismo, si se puede según la biblia, si puede pasar, el joven rico Lucas 18:18 del que se habla versículos más adelante; cómo alguien no puede cambiar ante la mirada de Dios, como pudo este joven rico no seguir a Cristo, después de tener un encuentro cara a cara!!! Vengo preguntando a Dios esto hace muchos años, como puede ser que uno que haya estado en la presencia de Dios, disfrutado de su poder, haber recibido milagros, haber sentido a Dios, saber que la única verdad es esta, y aun así estar en pecado y seguir pecando, como si nada estaría pasando. Esta no es una acusación sin respaldo, la única autoridad que tengo para predicar esto es porque yo también lo viví y al ver mi generación sumida en la misma pregunta, ¿Cómo cambio?!!!, cuando???? O la famosa hasta cuándo?????. Que tengo que hacer para cambiar?

El proceso de la salvación

Somos muertos al pecado, ese viejo hombre del que tanto se habla está muerto, no es que habita en ti juntamente con el nuevo hombre, el viejo hombre está muerto según Rom. 6:5-6, ya no servimos al pecado, ya no hay excusa para pecar, por tanto ahora que ya no pecamos, algo que hicimos durante toda nuestra vida, tenemos que hacer algo no? Y eso es la santificación Rom. 6:22, por tanto no hay cristianos que vivan en pecado, el fruto de esta libertad tan proclamada es la santificación, he aquí el problema, tenemos muchos pero muchos que no entienden esta palabra, santificación.

En esta parábola en específico tenemos dos personas que buscan a Dios, van a la iglesia, participan del mismo culto, los dos oran, pero solo uno de ellos sale justificado, de allí. Solo uno de ellos sale cambiado. Así que vamos a analizar algunas características de estos dos personajes que creo nos van ayudar a identificar algunas cosas.

El Fariseo.

Ahora en nuestros días cuando hablamos de un fariseo, ya tenemos una idea preconcebida, pensamos en una persona que es religiosa, de la que Jesús hablo pestes en su tiempo, pero tenemos que recordar que para las personas a las que iba dirigida esta parábola, los fariseos eran muy respetables, si revisamos la historia, los fariseos fueron en su tiempo unos 200 años AC, un movimiento de avivamiento, proclamaban el regresar a la palabra, a la ley como ellos le llamaban, junto a ellos se levanto un grupo de helenistas, que pretendían que los judíos no sean tan severos con sus leyes, que pretendían eliminar esa brecha que existía entre los judíos y el mundo exterior, proclamaban que un judío podía sin hacerse mucho problema disfrutar de los privilegios de la cultura griega que en esos tiempos estaba en boga, entonces se levantaron los fariseos, hombres celosos acérrimos de la ley, y ese avivamiento termino en victoria para aquellos que clamaban por volver a la ley, en los tiempos de Jesús eran hombres muy respetados por ser conocidos por su celo de la religión judía, pero Jesús llego y no le conocieron, ellos que eran los que más conocían de la ley, no le conocieron.

2. los fariseos ponían su esperanza de cambios internos en obras externas, a través de sus prácticas religiosas buscaban la justificación, su relación con Dios dependía absolutamente de lo que hacían, como lo hacían. Pablo llama a la religión de los fariseos el culto a la fuerza de la voluntad propia Col. 2.23. Esta es una cruda realidad que muchos encontraron cuando decidieron apartarse del mundo yendo a montes, o montañas en monasterios y se dieron cuenta que el mundo lo llevaban dentro, allí en la montaña apartada se dieron cuenta que el monstro estaba dentro.

3. el fariseo se compara con los demás, y se establece como ejemplo, modelo y se gloria en las cosas que el ha logrado, que ha alcanzado, según él ha logrado más cosas que los demás, el espíritu de fariseo, busca compararse, soy mejor porque soy negro o blanco, mejor porque hablo mejor, porque visto mejor, porque oro mas, porque vengo de este lugar, o de tal país.

4. un fariseo tiene una imagen falsa de Dios. Los fariseos predicaban a Dios como el guardador, vigilante de la ley, cuyo favor solo se podía obtener a través de la observancia escrupulosa de la ley de Moisés, su religión termino esclavizando a las personas en vez de libertarlas, la intimidación era su arma más contundente.

Los fariseos buscaban complacer a Dios a través de sus obras, del cumplimiento de la ley, de las cosas que hacían.

Porque fluctuamos tanto?, porque hay días que podemos tocar el cielo con las manos y hay otros que estamos en el infierno mismo?, ¿porque somos tan ambivalentes?, porque un día estas tan seguro de tu relación con Dios y otro día estas tan inseguro del amor de Dios. ¿Porque?

Porque tenemos una imagen distorsionada de Dios, porque realmente no le conocemos, nuestra falta de conocimiento personal del dios al que tanto adoramos nos hace, errar, pecar, huir de Él cuando deberíamos correr a sus brazos. Mira para serte más franco, tú no puedes adorar a un Dios que no conoces, adorar no es cantar, ni ofrendar, ni venir al culto, adorar es mucho pero muchísimo más profundo que ser parte de un sistema social cristiano, tienes las actitudes cristianas, las formas cristianas, de enamorar, de ser, de comportarse, de formar una familia, etc. La única forma de conocer a Dios es por revelación del Espíritu Santo, puedes pasar toda la vida en una iglesia, siendo parte de una escuela dominical, siendo parte de los líderes de la iglesia, tener tu célula y aun así nunca haber conocido a Dios, no es lo mismo saber de Dios que conocerle. Yo puedo darte argumentos de que en tu vida cristiana no estás haciendo bien, que estas equivocado, que ir a fiestas no está bien, que tener novio a tu edad no te hará bien, que las relaciones sexuales antes del matrimonio no son lo que dios quiere, que mentir es malo, que robar es malo, pero aun así tu seguirás en lo mismo, porque la única persona que puede revelarte la persona de Dios es el Espíritu Santo, tu puedes creer que estás viendo pero no estás viendo, puedes creer que estas escuchando, pero no escuchas, puedes creer que estas conociendo a Dios pero no conoces a Dios, y ese es el engaño de la religión.

Si tienes la mas mínima sospecha de que tienes el concepto incorrecto de Dios, te aconsejo que dobles tus rodillas en tu habitación a solas y busques desesperadamente a Dios hasta que Dios se te revele, y entonces entenderás, entonces tus ojos serán abiertos, y entonces adoraras a Dios como el quiere que se le adore, en espíritu y en verdad.

A los fariseos se les reclamaba esto, hacían mucho énfasis en la apariencia externa pero olvidaban lo interno Mateo 23: 25-28. Son palabras muy serias, fuertes, dirigidas a las personas que con más dureza trato Jesús en ministerio terrenal.

Que falta de conocimiento de Dios que tenemos, y como hemos sustituido ese conocimiento por costumbres y actitudes cristianas y no nos damos cuenta que si no nos arrepentimos, si el Espíritu de Dios no nos ayuda nada podrá hacerlo, debemos desesperadamente buscar a Dios para ser cambiados.

Alcanzar las cosas de Dios por medios naturales se ha hecho tan común en la iglesia,

Me gusta mucho la historia de Jacob, aunque miles de veces la hemos oído, Jacob nació buscando y anhelando el cambio, no le gustaba su nombre “usurpador” quería la bendición, y en su camino engañó a su padre, le robó la bendición a su hermano y huyó, en su escape conoció a la mujer de sus sueños pero su suegro le hizo probar su propia medicina, le engaño y tuvo que trabajar 14 años por ella para poder estar con ella, de paso le endosaron a la hermana mayor, y en su caminar un día se encontró con Dios, y lucho con él hasta el alba desesperado, le fue separada la cadera de su lugar y aun así no soltaba al ángel del señor y entonces cuando yacía en el suelo cojo, todo sudado, cansado, me imagino con lagrimas, una mirada de desesperación en sus ojos, esta era su posiblemente su última oportunidad, “bendíceme” gritaba, dame tu bendición, y entonces cuando la respuesta nunca llego, cuando entendió que el ángel podía hacer que le soltara con solo chasquear los dedos, comenzó tal vez a soltar poco a poco su túnica, entonces el ángel le hizo una pregunta.

Cuál es tu nombre?, dime si tienes la capacidad de decir quién eres en realidad, de confesar quien eres en esencia, dime si tienes las agallas de confrontar tu lucha, dime si tienes los pantalones para hacerte responsable de tus propios errores y dejar de echar la culpa a los demás o a los que te rodean, dime si tienes la capacidad de ponerle nombre a tu pecado y llamarle como es, dime si vas a seguir jugando o quieres cambiar?. Es cuando no puedes más, cuando no hay más que decir ni que hacer, cuando entiendes que no tienes más que decir, cuando en tu estúpido concepto de religión te das cuenta que no conocías a Dios como pensabas, cuando te acercas a Dios con la actitud correcta, cuando como el publicano dices, “por favor Señor, ten misericordia de mi” “se propicio a mí, pecador”, cuando te quiebras totalmente y no pretendes ser absolutamente nadie. Entonces Jacob responde “mi nombre es usurpador”, soy el que engaña, esa es mi lucha, este es mi pecado, entonces el ángel le dice, habiendo este hombre sido totalmente quebrantado, no hijo mío tu nombre es a partir de hoy Israel, y su corazón cambio, como es que el ser humano cambia?, cambia cuando se humilla.

Porque el arrepentimiento no es una sola vez, es toda la vida, la humillación no es una predica bonita, es una forma de vida, dependemos de Dios en la lucha contra el pecado, ES LA UNICA FORMA DE VENCER. Cuando somos reales con Dios y con nosotros mismo.

No hay comentarios: